Por: María Luisa Rodríguez Martínez
La venta guarda un ritmo; desde el primer contacto con el cliente, la entrevista, presentación del producto, la negociación cierre y pedido de referidos. Cuando todo es correcto logramos un cliente. Cuando interrumpimos con nuestras inseguridades, miedos y creencias no logramos la venta.
Gabrielle Roth, una bailarina norteamericana, ha identificado cinco ritmos, que, como las olas en el mar, se repiten hasta el infinito. Cada uno de ellos tiene un lado positivo, y su correspondiente sombra. Aprender a vivir en lo positivo es una habilidad que se puede desarrollar.
Los cinco ritmos aplicados en la venta son:
FLUIR: cuando llamas a prospectos; consigues citas. La sombra es la inercia, no contactas y no estableces prospectos.
STACCATO: al estar con tus clientes, mantienes claro tu objetivo, detectas necesidades. Si pierdes el ritmo, caes en la rigidez, en los límites que no te impiden avanzar.
CAOS: es el ritmo del logro. Cuando manejas objeciones, logras negociar y cierras la venta. Si caes en la confusión, y te pierdes en el momento de la venta estarás entonces en el lado oscuro.
LÍRICO: es el ritmo para atender a tu cliente o darle seguimiento adecuado. Cuando llegas tarde a tus citas, o te sobran pretextos para no encontrar a tus clientes, es que estás escapando, y ya perdiste este ritmo.
QUIETUD: es el ritmo de la satisfacción y tranquilidad de la venta realizada. Es establecer relaciones con los clientes a largo plazo. Perder este ritmo, es quedar adormecido y sin acciones que te lleven a logros.
Avanzar en la vida es cuestión de decisión, y de encajar en su ritmo. Aprende sobre los Ritmos de la Venta.